«La mejor forma de prevenir las enfermedades neurodegenerativas es mantener una vida sana»

Continuamos un nuevo apartado de la sección Scientia Palmensis dedicada a científicos nacidos en La Palma o que realizan su actividad en la Isla, con una entrevista al doctor Tomás González Hernández, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna y director en funciones del Instituto de Tecnologías Biomédicas de Tenerife.

El doctor González Hernández (Los Llanos de Aridane, 1958) estudió bachillerato en el Instituto Eusebio Barreto de Los Llanos de Aridane y se licenció en Medicina por la Universidad de La Laguna en 1981. Es especialista en Neurología, modalidad MIR, desde 1985, aunque su vida profesional ha estado orientada a la docencia e investigación más que a la clínica. Obtuvo la Cátedra de Anatomía en 2009. Ha dedicado su actividad investigadora a las enfermedades neurodegenerativas, particularmente a la enfermedad de Parkinson y más recientemente a la enfermedad de Huntington. Su objetivo es conocer los mecanismos implicados en la degeneración neuronal y la búsqueda de nuevos fármacos que consigan detener la progresión de estas enfermedades, utilizando modelos celulares y animales. Para estas investigaciones ha recibido financiación de organismos nacionales y europeos a través de convocatorias competitivas. Es coautor de más de 90 publicaciones en revistas especializadas de este campo y mantiene colaboraciones con otros grupos internacionales. Compatibiliza su actividad académica en la Universidad de La Laguna con su dedicación a la gestión del Instituto de Tecnologías Biomédicas y la participación en diferentes comités de evaluación de ámbito biomédico a nivel nacional e internacional.

-Doctor González, la medicina ha experimentado un progreso espectacular en los últimos tiempos, pero aún quedan muchas líneas abiertas. ¿Cuáles son los retos a afrontar en su campo en los próximos años?

-Todos somos conscientes de que los progresos en la detección precoz y el tratamiento de la mayoría de tipos de cáncer, el mejor manejo de enfermedades metabólicas y de enfermedades vasculares como el infarto de miocardio o el ictus, han supuesto una mejoría en nuestra calidad y expectativa de vida. Pero el aumento de la expectativa de vida también ha supuesto un incremento de las enfermedades asociadas al envejecimiento, y entre ellas las neurodegenerativas. Por ejemplo, en 2014, el 17 % de la población europea era mayor de 60 años, en 2060 será superior al 30%. Por lo que la incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson se duplicará. Actualmente disponemos de tratamientos que alivian los síntomas, pero no existen compuestos que curen o detengan la progresión de estas enfermedades. Ante este panorama, los principales retos para los próximos años son conocer mejor los mecanismos celulares implicados en el proceso degenerativo, la identificación de marcadores que nos permitan diagnosticar pacientes en fases más precoces de la enfermedad y encontrar fármacos que detengan o enlentezcan su curso. En nuestro laboratorio actualmente estamos trabajando en este último aspecto.

-La salud es algo que preocupa mucho al ciudadano de Canarias y en particular al de La Palma. ¿Cómo ve usted la atención a estas enfermedades en nuestro ámbito y qué recomendaciones haría a nuestra población de cara a la prevención y detección precoz?

-Con respecto a la primera pregunta, he de decir que nuestros profesionales médicos, enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos, asistentes sociales, etc., están perfectamente cualificados para la detección, manejo terapéutico y el asesoramiento familiar de estos pacientes. También debemos saber que aunque los recursos no siempre cubren todo lo que desearíamos, los costes actuales de la atención de estos pacientes suponen el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) de nuestro país. Por lo que nuestro sistema difícilmente podrá afrontar el incremento que se avecina sin un cambio radical en los planteamientos sanitarios y económicos. A esto hay que sumar los cambios en nuestras formas de vida, organización familiar y mercado de trabajo en nuestras islas, que hacen difícil compatibilizar la vida laboral con el atendimiento de los mayores. En fin, el problema requiere soluciones ingeniosas con el compromiso de diferentes agentes. Con respecto a la segunda pregunta, sabemos por estudios experimentales y en diferentes grupos de población, que la mejor forma de prevenir el deterioro motor y cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas es mantener una vida sana en sus diferentes aspectos. Evitar el exceso de calorías y la obesidad, buen control metabólico (glucosa, colesterol), mantener una actividad física moderada diaria, fomentar las relaciones sociales, el contacto diario con familiares y amigos, evitando el aislamiento, y mantener una actividad intelectual apropiada para la edad, por ejemplo, con la lectura, juegos de mesa en compañía, etc. En caso de que el individuo o los familiares detecten pérdidas de memoria al recordar nombres de familiares habituales en su entorno o pérdidas de habilidades en tareas rutinarias, acudir al centro de salud para que sea valorado.

-La Palma es una isla que ha dado y continúa dando grandes profesionales en el campo de las Ciencias de la Salud. Cada año llega a la Universidad de La Laguna una buena cantidad de estudiantes palmeros con esta vocación. ¿Qué le diría usted a los jóvenes palmeros a quienes les gustaría orientar su futuro profesional en su campo?

-Para aquellos chicos y chicas de nuestra isla que se sientan atraídos por la Medicina y particularmente por el estudio del cerebro y sus enfermedades, animarles a trabajar duro. Se puede llegar a este campo por diferentes caminos, Biología, Química, Farmacia, Biotecnología y Medicina. Yo opté por la última porque creo que es la que da una visión más completa de aspectos básicos de su funcionamiento y sus enfermedades. Hemos de tener en cuenta que a diferencia de otros órganos como el hígado, los riñones o el corazón, el cerebro se encuentra dentro de una caja de difícil acceso, el cráneo. Esto hace que el abordaje de su estudio sea más complejo. Pero éste es también uno de sus atractivos, aún desconocemos muchos aspectos de su funcionamiento. Millones de neuronas que hacen miles de contactos con otras tantas, provocando interacciones entre diferentes moléculas que dan lugar a una respuesta u otra. Ésta es la base de nuestras conductas, desde las más primitivas a las más humanas, de nuestra creatividad y de los sentimientos. El desarrollo de la biología molecular, las técnicas de imagen y el análisis masivo de datos han contribuido al progreso de las Neurociencias, pero aún nos queda mucho por saber. Os invito a participar en este reto.

-Algo que se haya quedado en el tintero y que le gustaría añadir.

-Sí, unas palabras para los profesores de enseñanza media repartidos por los institutos de nuestra isla, particularmente a los que imparten contenidos de Matemáticas, Física, Química y Biología, base de las ciencias experimentales y biomédicas. Recordarles que tienen ante ellos a los protagonistas de nuestro futuro y que el papel del profesor es fundamental en la conformación de sus vocaciones. La curiosidad y el interés por resolver los secretos de la Naturaleza de esta preciosa cantera depende en gran parte de la motivación que se despierte en ellos. Tarea no siempre fácil, pero sí muy gratificante. En este sentido, quiero manifestar mi reconocimiento a Don Guillermo Rodríguez, mi profesor de Física de Bachillerato en Los Llanos, quien con su estilo tan particular supo transmitirme su pasión por la Ciencia. Cada día estoy más convencido de que fue una suerte encontrarme con él en aquella etapa de mi vida.

Fuente: ElDiario.es